sábado, 2 de junio de 2012

Al otro lado del pacífico

Hace unos meses Ricardo (mi amigo-compañero-amor), me contó que iba a aplicar a un trabajo al otro lado del mundo.... literalmente al otro lado del mundo. Yo tengo el corazón aventurero y me parecía de sueño ir a vivir a un lugar tan distante. Es tan diferente ir a un lugar de vacaciones o ir a un lugar para vivir. Me gusta mucho eso de sentarme y ver el mundo pasar, ver cómo se relacionan las personas en otros lugares y encontar las diferencias-semejanzas culturales. Probar la comida, vivir las tradiciones, sentirte fuera de lugar o más entendida que nunca.

El habir vivido en otro país cambió totalmente la dinámica de mi familia. Las dificultades fueron diferentes de las imaginadas y todo lo que aprendimos hizo que vea mi vida y a mí misma de otra forma. Nuestra familia creció y nuestros afectos se multiplicaron. Nos enriquecimos con otro idioma y otra cultura.... y podemos ver el mundo con ojos una mirada un poquito más amplia.


Filipinas comenzó a ser un sueño lejano, empezamos a leer cosas, yo no sabía casi nada de las lejanas islas, pero empezaron a conquistarme aún antes de conocerlas. Pasaron los meses y el sueño nos parecía ya imposible. No recibíamos el mensaje de la probabilidad, el trabajo parecía haberse ido con otra persona. 

Al tener 13 horas de diferencia, los mensajes de las filipinas llegan siempre a horas inesperadas. Me acuerdo de la mañana en la que mientras yo dormía escuché como el Ricardo empezaba a cantar y a bailar... "contigo me voy de party" (la canción no tiene nada que ver pero es alegre y pegajosa, buena para celebrar). Él había sido preseleccionado para el puesto y tendría que viajar para la entrevista.

Cuando regresó, después de casi una semana entre viaje, entrevista y cambios de horario, vino emocionado, consternado, preocupado. Vió bellezas de paisaje, pintorezcos jeepneys para transportarse, amabilidad en la gente, pobreza que le rompió el corazón.... pero se sintió como en casa. Me contaba de él lugar donde estaba el trabajo de sueños, parecido a algún pueblo de la costa, de las frutas deliciosas, del sol, calor y lluvia.

El sueño estaba cerca, pero aún había que esperar... la espera cuando la posibilidad es casi una certeza se convierte en angustiosa. Era un sí o un no que cambiaría totalmente nuestra vida. Sentir que estábamos tan cerca de embarcarnos en la aventura como de haberla sentido y no ser llamados me hizo comer con locura :). No hay chocolate que calme la ansiedad, eso es definitivo.


Semanas después cuando me desperté con "contigo me voy de party", sabía que ya no necesitaba soñar más, que iba a empezar una realidad de ensueño.

6 comentarios:

  1. Nadia que locura!!! me parece hermosísimo, mujer si vos nos tenés de periplo por el mundo siguiente!
    tenés que escribir mucho, me encanta la idea de conocer Filipinas a través de tus ojos!
    que lindo!!!!

    Y quitale la comprobación de letras esa que pone google, siempre leo desde el cell y desde ahí se me complica andar poniendo comprobaciones

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  2. Gracias Nuria!!!

    Nunca habría pensado que iba a tener esta nueva aventura, pero estoy más que lista y emocionada!!! Voy a tratar de escribir todo todo todo.

    Gracias por avisarme d ela comprobación, ya la quité

    Y MUCHAS GRACIAS POR SER LA PRIMERA EN COMENTARME!

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  3. ¡¡¡Se me erizaron los pelitos de los brazos!!!
    Y siguen erizados...
    Qué lindos sueños que pueden hacerse realidad. Te acompaño, ferviente, desde acá.
    ;)

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  4. ahh! gracias por venir y pasar!!! yo continuaré contando!

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  5. Suena muy interesante y emocionate la experiencia vivida a la espera de la respuesta de trabajo. Como soy una aficionada a los países asiáticos y a los viajes que futuramente podré hacer, leeré frecuentemente tu blog. :D

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